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jueves, 18 de mayo de 2017

El crecer y multiplicarse



No hay comprensión sin vacío, como no la hay sin observación. La real novedad y la sensación de extrañeza es el estado del permanente descubrir. Si se borra esa extrañeza, entonces nuestra capacidad de ver y comprender, están perdidas tragadas por la rutina, la fijación y el orden de la razón. Solo rompiendo esa compulsión a la clasificación en si y a la costumbre, solo ahí podemos comprender y estar plenamente. Pues la novedad y la extrañeza siempre son el resultado del amor a lo que hagas o vivas. Cuando se pierde ese amor y el observar vacío, se pierde la vida, aunque aun falte mucho para la muerte física. Puesto que ya no nos mueve el amor, nos mueven afinidades memeticas y los meros intereses.

Augere, que significa aumentar, hacer crecer. Magnificar, fructificar, hacer crecer la simiente. Por eso lo magno esta ligado a lo mágico. Hacer crecer la semilla de la vida espiritual, es la magia. El mago a través de eso recibe la autoridad, el augere. De este verbo también deriva augurio, que es el decir aquello que favorece al crecimiento. Todas las personas tienen esa semilla espiritual, pero en muchos se pudre o se seca, ya que no saben que la tienen. Y al no saberlo, no la magnifican, ni la fructifican. Claro que es esa semilla la que nos hace renacer en Espíritu. No nuestra mente, ni creernos espirituales, sino otro orden de cosas.

Nuestra ciencia actual, es un conocimiento de la superficie. Puede definirse como ciencia que lleva a la muerte. Así nació en la modernidad profana, y se instituyo academicamente en universidades. Es ciencia de oposición, de dualidad. Tal ciencia no comprende la unidad, porque el intelecto no puede penetrar la unidad. Por eso tenemos la aburrida ciencia de la física de los cuerpos, movimientos y acción de un cuerpo sobre otro. El derecho es igual, acción de unos sobre otros como bolas de billar. Y ni hablar de una medicina mecánica que cree reemplazar un órgano como se reemplaza un carburador.

En tiempos donde la ciencia mecanicista cree que es la luz del positivismo derrotando a la magia como superstición, aun se oye sin embargo la leyenda del mago Orfeo encantando a las fieras con su música. Porque la verdadera ciencia esta en la magia, y esta conduce a lo profundo y a la unidad. Algo que la imbecilidad de nuestro tiempo detesta y persigue, pero ocultamente teme. Todo mago es rey de su circulo de influencia "su circulo mágico". Toda inquisición científica o religiosa, busca desarticular tal circulo de influencia finiquitando al rey de tal circulo. Sin embargo, la magia al ser ciencia de vida, el circulo continua vivo y creciendo luego de la muerte del mago. Y en eso consiste su regencia, lo hace crecer y multiplicarse.

El yog real, el raja, es rey de los yogas. Y como todo mago es rey, vemos en si que la magia es regir sobre si, sobre los sentidos, las ilusiones y la propia mente. Ofrecen como ofrenda al Niño Mágico, el oro, el incienso y la mirra. El Niño, la semilla del renacer al espíritu, vuelta hombre y guía. El verbo Universal que camino sobre el mundo rechazado por el humano exterior, es venerado por los humildes pastores y y la magos reyes. Y así como es en lo externo, también se da en lo interno.

Porque bien sabían los hermetistas, que no bastaba llegar solo al si mismo como plantea Jung o los advaitas, es necesario, también que descienda el espíritu y haga germinar la semilla que permita salir de lo material y nacer al espíritu. Pues el cuerpo debe también transfigurarse y su esencia sera el patrón del cuerpo de gloria, luego de ser restablecidos en nuestra real morada, y tal esencia se llama alma, como el ser psíquico, mejor llamarlo Psyche, Ψυχή.

Descender al mundo para re-solver. ¿Acaso no esta en todo la alquimia solve et coagula? Disolver y coagular. Disolver las sombras que nos acompañan, los fantasmas que nos persiguen, hasta blanquearnos y ser cocidos luego al rojo, para fijarnos. Terminar fijos en un nuevo estado, superior al de la caída y nuestras caídas.

Tal como la materia de la obra, debe sublimarse y ser disuelta y coagularse en un estado superior. Así también con nuestra alma. Venir al mundo, el gran laboratorio, es siempre una gran oportunidad. Muchas luces hay aquí que solo se ven desde el otro lado. Cada pena nos disuelve y nos permite recomponernos de otro modo, tal como el sentido de la cruz del crisol.


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Así como Cristo tuvo su corona de espinas el regulo tiene la suya, y es también la estrella de los magos en la materia. Por eso el regulo marcial, es el reyezuelo, el pequeño rey desde donde se comienza la obra por vía seca.




Alex